viernes, 2 de noviembre de 2012

Cae la noche

Ey ey ey, buenas a todos, ¿recordais cuando os dije que iba a subir una gran historia en halloween?, espero que no ya que no lo he hecho xD.
Siento mucho el retraso, pero he estado ocupado con otras cosas bastante improvistas (eso y una crisis creativa que asusta), sin embargo, creo que la espera merecera la pena, exacto, merecera, aun no la he acabado del todo, pero avanzo rapido, y me esta gustando bastante, mientras reviso lo que llevo hasta ahora os dejo el primer capitulo para ir creando tension, espero que lo disfruteis tanto como yo escribiendolo:



Capitulo 1: Cae la noche

12:00 noche del viernes,  desván de la mansión del pianista.
-¿Está todo listo?
-Por supuesto señor, solo falta  que las tinieblas abran sus puertas, y por supuesto…el sacrificio.
-Claro…comencemos pues, todo debería salir bien, no puedo seguir aguantando las pesadillas, ¿estás seguro de que cesara mi tormento?
-Le aseguro que así será, sus notas volverán a ser las mismas, los recuerdos se irán…y yo obtendré mi recompensa
12:00 noche del miércoles, casa de Adam
Habrán pasado 2 años desde que me mude a esta maldita ciudad, mis padres…bueno, ellos murieron en extrañas circunstancias poco antes de partir de mi ciudad natal, después del entierro, me era imposible seguir viviendo en aquella antigua casa, rodeado de preciosos recuerdos, que ahora solo recuerdan mi más agudo terror. Era una buena ciudad, pero tenía una perfecta oportunidad de trabajo aquí, en Arkham, y no podía seguir viviendo en aquel barrio, no con las miradas de dolor que me brindaban mis antiguos vecinos cada vez que osaba salir de casa, todo lo que veía, cualquier conversación con cualquier amigo, su muerte me perseguía. Al final, opte por lo fácil, una buena noche hice las maletas atropelladamente entre sollozos, deje las llaves del lugar y cogí el primer vuelo hacia este triste lugar, acepte la oferta de los psicólogos de la residencia y colgué el diploma en mi nuevo hogar. No hubo despedidas, no hubo más lagrimas que las mías, al menos, si las hubo, nunca llegue a sentirlas, pues nadie me vio marchar, el recuerdo de mi familia pronto se extinguirá en aquel infierno personal.
Esta ciudad (si es que a esto se le puede llamar ciudad) es perfecta para alguien como yo, pocas personas dejan verse por sus oscuras calles, apenas hay niños, y los que hay, hablan poco más que los adultos, casi nadie se conoce, no hay lugar para la comedia en Arkham. Sin duda el sitio perfecto para ejercer el oficio de psicólogo, no me extraña que tantas personas pierdan la cordura aquí. Solo recibo la visita de aquellos a quien la salud mental les ha abandonado (irónico que sea yo, un pobre huérfano quien les trate). La única excepción es el señor Anthony, Anthony Redemption, un famoso pianista que vive demasiado lejos y ocupado como para que nuestras agradables charlas se den con más frecuencia, por supuesto, también es un paciente. No creo que esté loco, tiene muchas pesadillas en las que su fallecida esposa, Mary Elisabeth, sigue viva, es una repetición de su muerte, cada pesadilla trae un nuevo y horrible final, en el que Elisabeth siempre acaba muerta, y a un abatido Anthony que no puede más que llorar y culparse de lo ocurrido. Muy triste, normalmente tenemos una cita todos los miércoles en mi casa para tratar de ayudarle con todos mis esfuerzos, los milagrosos avances que conseguíamos dejaron de ocurrir hace una semana, y parece que no era cosa del azar.
Pues ahora temo por la vida de mi único amigo en esta ciudad de fantasmas y recuerdos, anoche recibí una carta escrita con letra rápida y descuidada (algo extraño en mi amigo Adam).
A mi amigo Adam
Siento molestarle  a estas inoportunas horas mi querido amigo, pero necesito sus servicios profesionales tanto como su grata compañía, pues esta noche no puedo más que rogar por mi indispuesta vida. Sé que no es de su agrado, pero no solo estaremos usted y yo, ciertos amigos repartidos por esta ciudad acudirán también a mí morada esta horrible noche. No serán más que cuatro antiguos compañeros que me gustaría ver una vez más antes de expirar mi último aliento, la enfermedad de mi mente, ha empezado a extenderse por todo mi débil cuerpo, temo que no pueda pararlo, doctor. Tanto si consigue alargar mi tormento unos días más como si hoy el destino decide hacerme cambiar de vida, me gustaría que estuviese presente, ya que en el momento de mi partida, me agradaría llevarme el rostro de mi mejor amigo como ultimo recuerdo. Creo que dentro de poco dejare de molestarle con mis delirios de enfermo Adam, pero hasta entonces, por favor, acude a mi débil llamada.
Qué curioso, cualquiera que me conozca podría afirmar sin pensárselo que soy un hombre de raíces, no me gusta viajar, odio salir de mi casa, y tampoco conocer a gente nueva, sería incapaz de empezar de cero. Sin embargo es posible que dentro de no mucho, tenga que mudarme, una vez más, otra tormentosa noche en la que hare las maletas sin llevar más que lo esencial y me iré, sin mirar atrás, confundiendo la lluvia con mis lagrimas. Pues si Anthony muere (y para eso no queda demasiado), no me quedara otro remedio. Por ahora, iré a su mansión a tratar de ayudarle mientras mantengo a raya a los desconocidos amigos de mi único amigo, llevare equipaje ligero, vive lejos, y es probable que tenga que quedarme a su cuidado unos días.
Preparo un par de mudas, busco las llaves del coche, un paraguas, analgésicos y tranquilizantes (estos últimos para mí), y cierro mi casa con llave, una vez más, quizá para siempre…

3 comentarios:

  1. ¡Vago, más que vago!
    El que no iba a caer en la maldición de blogger, comenzar un blog y abandonarlo a su suerte, eeh x3
    Actualiza, hombre, que me acabo de abrir el mío y ya llevo más entradas que tú XD

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  2. Tal vez haya llegado el momento de continuar...
    Ira,negacion,depresion,culpa,ira,culpa,negacion,ira,depresion,culpa,depresion,negacion,ira...........loc.......olv.........

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